Para la
Federación Internacional del Automovilismo, no ha surgido ninguna propuesta
interesante que valga la pena modificar el programa de Gran Premio que tenemos
actualmente y no me imaginaba escribiendo esto, pero por primera vez le doy la
razón a su presidente Jean Todt.
Se ha
escuchado de boca de Hamilton, aunque últimamente está diciendo cada sandeces
que uno no sabe lo que fuma, que el actual formato de una sola carrera el día
domingo aburre y ya es obsoleto. A Nico Hulkenberg quejarse que tal vez
deberían achicar la actividad a sólo dos días: el sábado y el domingo. Y a campeones
con mayor sensatez como Jenson Button y Sebastian Vettel decir que no hay que
cambiar nada, porque no hay que acabar con la esencia de un Gran Premio.
Pues bien,
yo voy de la mano con ellos. Gran Premio hay uno solo, nada de carreras cortas
para clasificar y luego una más larga. Esto es F1, no es una categoría
preliminar, crisis con los aficionados hubo siempre, domine quien domine, con
motores V12, V10, V8, aspirados o turbos.
Y en este
párrafo me quiero detener un momento para expandirme sobre lo que pienso. Durante
este último lustro los aficionados que llevamos digamos… ¿dos décadas viendo F1? Que tenemos entre 20 y
35 años tal vez obviamos una realidad. Exigimos carreras más entretenidas, más
sonido de motores, sobrepasos, lluvia, neumáticos diferentes, más ala, menos
ala, más anchos, más veloces, que vuelvan a ser esos monoplazas que tantos
disfrutamos, pero no aceptamos que los coches no volverán a ser como antes
porque claro… nos olvidamos de algo… del paso del tiempo… de que ya estamos más
viejos. Y de que si disfrutamos de esos monoplazas fue porque vivíamos de ocio,
en plena pubertad, adolescencia y juventud sin presiones, sin responsabilidades
laborales ni morales, porque ni trabajábamos ni éramos padres y la veíamos con
otros ojos ¿Me explico?
Tal vez la
crisis está más acentuada, porque hoy la F1 ya no solo combate contra el cambio
de generaciones y el aburrimiento de los aficionados sino contra el avance de
la tecnología para las comunicaciones que hace que hasta el aficionado más ansioso
por ver una carrera y hasta el más exigente, se termine distrayendo rápido.
Hoy, con el
entretenimiento rápidamente al alcance, gracias a los smartphones, las tablet, y
los Smart TV, si la carrera resulta aburrida el aficionado se distrae rápidamente
dejando a la F1 en un segundo plano, relegada de fondo en la pantalla del
televisor con el volumen alto, pero haciendo otra cosa o con la vista perdida
en una pantalla de cristal líquido que no es justamente la del televisor. Mire
el GP de Estados Unidos de 2005 desde la primera hasta la última vuelta con las
Ferrari siendo perseguidas solamente por dos Jordan y dos Minardi. La seguí
mirando después del retiro de Michael Schumacher, cuando recuerdo que de pibe
pensaba que nunca iba a llegar ese momento y ya ven… resistí dos retiros del
alemán y su estado actual. De chico veía las carreras de F1 en las casas de mis
amigos porque no tenía cable, luego empecé a estudiar y mi vieja de premio me
pagaba el servicio de cable para que pudiera verla y no tuviera que andar de
casa en casa molestando. Y así crecí con la F1, hasta que este año me la
hicieron exclusiva de Direct TV y aquí estoy… con Direct TV. El que ama la F1,
como yo (y déjeme ser narcisista con mi deporte favorito en este sentido) no va
dejar de consumir F1. Por eso las modificaciones no hay que pensarlas para el
formato del Gran Premio, sino que hay que buscarlas en otro lado, en la promoción,
en la difusión y sobre todo en el reglamento técnico de la categoría.
El Gran Premio de México nos demostró que la F1
se puede acercar a la gente. Y reducir la actividad sería justamente todo lo
contrario, alejarse de la gente. Me pongo en la piel de ese manito que junto
durante dos años plata para comprar la entrada y vivir ese momento, se me puso
la piel de gallina una y mil veces el pasado fin de semana, porque me permití
soñar, cerrar los ojos, despertar y estar en una grada viendo la F1 en mi
tierra natal. Y no me gustaría que me quiten un día de actividad.
Quiero creer que aún tenemos mucho camino por delante antes que la F1 mute a la Fórmu E, hasta entonces no me quiten los viernes de entrenamientos, para un adicto a la F1 como al cigarrillo, perder un día de actividad sería como perder un cuarto de oxigeno en el pulmón. Por lo
pronto el presidente de la FIA me da algo de tranquilidad.
“No hemos encontrado ninguna opción que sea
mejor que la actual. Si hay alguna propuesta que de verdad demuestra que es un
paso adelante, no estaremos en contra. No soy un promotor y debemos
mirarlo desde el punto de vista de los promotores porque ellos son los que
financian el fin de semana. Siempre que le digamos a un promotor
'acorta tu fin de semana de GP', estará en contra”,
“Miren México el viernes, aunque
por supuesto depende en qué circuito estés, pero miren el entusiasmo y qué
felices estaban los aficionados con el espectáculo. A veces siento que
deberíamos tener un programa más grande para ellos. Pero como he dicho, no
tenemos una propuesta mejor que lo que hacemos actualmente”, concluyó
el francés.
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