Difícilmente
Nico Rosberg se olvide de este GP de México, no solamente por el marco del
público, de esas cuarenta mil personas coreando su nombre en el Foro Sol, sino
porque significa –lo que creo yo– el fin de una mala racha, en la que él mismo
se había puesto en duda.
Es como el
comienzo de un nuevo set para un tenista, es ganar confianza, encontrar el
aliento. Lo de Rosberg no pasaba por lo conductivo, sino por lo mental. Desde hacía
cuatro carreras que está contundentemente por delante de su compañero desde la
primera práctica hasta que se apagaba el semáforo y aparecía una sombra oscura
en su espejo. Con el título ya definido, con el peso ya quitado, si me
preguntan quién ganara los dos Grandes Premios que quedan de la temporada… doy
por hecho que lo hará Nico. Pesaba lo psicológico ¿hasta ayer? El tiempo lo
dirá.
Lo cierto
es que nadie más que Rosberg se merecía una devolución así del público. El aficionado
de la F1 que no se pierde una transmisión, tiene bien presente que Nico es de
los pilotos que más aportan al espectáculo, que se prestan al juego de palabras
con Vettel y dejan la frivolidad en las conferencias de prensa para hacerlas un
poco más naturales. Es respetuoso, es atento, y no se aisla en auriculares,
lentes oscuros y una visera, Nico es el mismo siempre, no se aparta para llamar
la atención.
No es antiético
con sus maniobras, no es un nene caprichoso que necesita que lo consientan todo
el tiempo, no necesita saber cómo va el otro para saber cómo tiene que ir él,
simplemente lleva el auto como sabe, o a veces como puede, porque este año
Mercedes no le ha dado la misma flecha de plata fiable que tuvo su compañero.
A pesar
de que Hamilton ha sido incontestablemente más rápido en las clasificaciones,
durante esta temporada me quedo con la sensación de que al momento de correr tuvo
que recurrir a maniobras sucias para desestabilizar a su compañero de equipo,
ante la inacción de Toto Wolff y Niki Lauda que solo parecían estar atentos
cuando el sufrido alemán se equivocaba.
Declaraciones de Nico del
día de ayer tras la carrera
“¡Fue el mejor podio de mi vida! Miles y
miles de personas cantando tu nombre tras ganar en una pista estupenda, ¡es
increíble! En ese momento te sientes como una estrella de rock en un escenario,
disfruté de cada segundo. Gracias a todos los aficionados
mexicanos que hicieron esta victoria tan especial. Gracias también a Bernie y a
los organizadores, que trabajaron duro para preparar este impresionante evento.
Fue un fin de semana perfecto para mí. Tuve una buena clasificación y pude
controlar la carrera desde el principio, respondiendo cada vez que Lewis se
acercaba. Fue complicado porque no había agarre en la parte trasera, sobre todo
tras el coche de seguridad, con neumáticos fríos. Pero al final me sentí
cómodo. El rendimiento este fin de semana es gracias al gran trabajo de los
ingenieros, ya que encontramos un gran ajuste para condiciones especiales aquí
así que gracias a todos ellos. Ahora tengo ganas de la carrera en
Brasil. Siempre es genial ir con una victoria hacia la siguiente carrera, así
que con suerte puedo seguir en forma en Interlagos”.
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