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| Esta no es la F1 que queremos ver, menos aún la que le gusta a Fernando Alonso |
Venimos de dos carreras
espectaculares, pero sólo fueron dos de diez presentaciones que llevamos en la
temporada, de manera que dos árboles no nos pueden tapar el bosque.
Previo a la carrera de
Hungría, se escuchó de Fernando Alonso un mensaje de alerta, una declaración
que fue rápidamente aceptada por el mandamás, por el dueño del circo. La F1 de
hoy no gusta, y no sólo que no gusta, sino que quita pasión, mata las ganas y
llama a pilotos de la talla del español a mirar para afuera, a ver que hay más
allá del charco.
Autos de trocha angosta,
difusor estrecho, neumáticos que se desgastan más rápido de lo que van los
autos, y motores silenciosos con menos potencia que hacen menos ruido que una
aspiradora. Cuanto más se tiene que pasar para que los ‘grandes cerebros‘
decidan a dejar esta etapa atrás. O no se dan cuenta que estamos ante la peor
época de la historia de la F1.
Bueno, lo importante es
que Bernie Ecclestone comparte esta visión a pesar de que siendo el dueño del
circo sean los payasos lo que toman las decisiones, y no las que él quisiera,
culpa de la democracia.
“El problema es que la F1
de hoy es como una democracia y yo estoy un poco en contra de la democracia. Lo
difícil es conseguir que todos se pongan de acuerdo. Si llegáramos a un acuerdo con la FIA,
podríamos hacer lo que creyéramos que es correcto, que es como debería ser”, declaraba el
inglés en una entrevista con Movistar+.
"Debería ser un
campeonato de pilotos. Cuando se apagan las luces el piloto tendría que
conducir. Nunca había aceptado este motor y, en segundo lugar, creo que la F1 se ha vuelto demasiado clínica. 'No hagas esto, no puedes hacer lo
otro'. Imagina al pobre piloto que lucha por la cuarta plaza de la parrilla y
lo sancionan con cinco o diez puestos por cambiar la caja de cambios o el
motor. Creo que es un error”, reconoce Bernie como principales fallas que tiene
el circo.
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