24 de mayo de 2015

Son Ecclestone y Todt los que tienen que arreglar la F1


Que grupo de estrategia ni ocho cuartos. No hay que darle tantas vueltas al asunto, hay que sacarle a los equipos la potestad de decidir por el futuro de la Fórmula 1. En un circo tiene que mandar el dueño, no los monos o sus payasos.

Pues bien, mucho de esto tiene el sincericidio de Christian Horner quien se expidió al respecto como director deportivo del equipo Red Bull. En la conferencia de prensa de los viernes destinada para los directores de las escuderías, Horner fue directamente al punto:

El deporte está gobernado por la FIA y es promocionado por la FOM. Son esos los tipos que deben reunirse y decir: '¿Cómo queremos que sea la Fórmula 1?' Sí, nosotros queremos ir más rápido, queremos coches que sean más agresivos para los pilotos, pero nunca vamos a tener a todo el mundo contento. Bernie Ecclestone y Jean Todt han de reunirse y decir: 'Así es como queremos que sea nuestro producto, así lo gobernaremos'. Luego nos han de dar el formulario de inscripción y nosotros veremos si queremos participar o no”.

Actualmente, “si dejamos a los equipos la tarea de acordar la nueva normativa, nunca vamos a coincidir. Es muy predecible: en la reunión Robert Fernley (Force India) pedirá más dinero, Toto Wolff (Mercedes) no querrá que nadie cambie y nosotros (Red Bull) querremos que cambien los motores. Cada equipo lucha por sus propios intereses”, justificó el de Milton Keynes.

Su punto de vista es avalado por el mismo Fernley, quien considera que no tiene sentido continuar con el Grupo de Estrategia, ya que no conduce a la unión de la categoría, sino a la demostración de los intereses particulares.

Yo debería estar en otra reunión, porque de ningún modo pienso que fuera positiva
No fue una buena reunión: no habrá distribución equitativa de los ingresos, tampoco control de costes. No pienso que el Grupo de Estrategia sea adecuado para su propósito. Hemos tenido dos años para trabajar en una solución para los costes y no se ha llegado a nada”.

Hemos fracasado estrepitosamente en acordar alguna fórmula para controlar los costes. No habrá ninguna distribución equitativa de los ingresos. Los motores seguirán siendo los mismos. Estoy de acuerdo en que hubo buenas charlas sobre 2017, pero no se mejoró en absoluto lo más importante de la Fórmula 1”.

“Tenemos que revisar el sistema de una forma mejor. En otros tiempos, con Max Mosley y Bernie Ecclestone no había nada de esto y sabíamos exactamente en qué dirección estábamos yendo. No creo que sean los equipos quienes tienen que decidir hacia dónde va la Fórmula 1”.

Incrédulo ante esta situación, como era de esperarse, sólo Toto Wolff (director deportivo de Mercedes y máximo interesado en lograr que la F1 no cambie) refutó estas declaraciones, en particular la de Bob Fernley, al considerar que no estaba bien expresar sus críticas sobre la Fórmula 1 ya que iba en detrimento de la publicidad al Gran Circo.

“Ya lo he dicho un par de veces. Tenemos una norma nueva que dice que no deberíamos hablar mal del deporte. Bob es nuevo en el grupo, quizá tengamos que volver a poner énfasis en ese punto. Deberíamos hablar bien del deporte. Necesitamos que todos vosotros (los medios) pongáis énfasis en los aspectos positivos, en las cosas atractivas del deporte, para intentar que sea mejor”.

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