25 de noviembre de 2012

Button se quedó con la victoria en Brasil, Vettel con el tricampeonato


Final para la temporada 2012, seguramente la más emotiva, disputada y variada de todos los tiempos. Empezó en Australia con un triunfo de Jenson Button que sería el primero de siete ganadores diferentes que tuvo el mundial, terminó con el mismo ganador, y con el mismo campeón que en los últimos dos años: Sebastian Vettel.

En el medio hubo otros 18 escenarios, uno nuevo y espectacular como el de Austin, donde vimos carreras asombrosas de Alonso, recuperadas majestuosas de Vettel, resultados increíbles de equipos chicos que se hicieron grandes en determinados circuitos. Y la última carrera resumió todo eso, como no podía ser de otra manera para coronar la temporada más disputada que se recuerde.

La carrera tuvo de todo como el campeonato. El título cambió cinco veces de mano, Nico Hulkenberg dominó gran parte con un Force India, para no ser menos que Sauber, Williams, Renault o Mercedes como lo fueron en determinados momentos del año. Tuvo lluvia, que tanto acompañó a este mundial. Tuvo roces en todos lados, sobrepasos cuantiosos como vimos a lo largo de la temporada y hasta un final decepcionante para Lewis Hamilton como varias veces le pasó cuando llevaba ganando una carrera.

Irónicamente, Ferrari tuvo a sus dos pilotos en el podio por primera y única vez en el año. Porque Alonso repitió sus hazañas y de séptimo llegó segundo. Porque Felipe cumplió con su parte llegó tercero cediendo su lugar a su compañero y dejo muy chiquito a Mark Webber en el papel de escuderos del día de hoy, quien hizo todo lo posible para perjudicar a su compañero.

Pero no alcanzó. Como bien dijo inmediatamente Fernando Alonso después de la carrera, o como bien lo llevamos escuchando al final de cada temporada desde que está en Ferrari, el título no se perdió en Interlagos sino a lo largo del año. Pero este GP de Brasil tuvo tantos matices, tantos cambios de manos el título, que me animo a decir que Ferrari perdió el mundial porque no supo leer la carrera.

Tenían mucho que ganar y poco que perder, en un tramo de la carrera cuando más llovía increíblemente Red Bull trajó a Vettel al pitlane y le puso neumáticos para seco… si así como usted ve, increíble. Y en ferrari, lejos de reaccionar y llamar al español para ponerle las de lluvias y marcar la diferencia, lo dejó en pista. Fueron tres vueltas que se perdieron de hacer la diferencia, no solo con Vettel sino con el líder de la carrera que era Button. Al final esos siete puntos de diferencia entre el primer y segundo lugar le hubieran bastado.

Ponerme a recordar en este momento todas las incidencias de carrera que hubo, es como ponerme a contar las canicas que dejan los neumáticos en el asfalto.


Sí decir que ver a Vettel en sentido contrario a la carrera en la tercera curva me hizo acordar al milagro de 2007 cuando Raikkonen se consagró por única vez aprovechando que Hamilton se iba a fuera prácticamente en el mismo lugar. Ferrari casi lo repite. Pero claro, en ese entonces todavía estaba Todt, era otra la cúpula del pitwall de Ferrari.

Sebastian corrió de manera madura, demostró porque es tricampeón del mundo, en su Red Bull esta vez no llevaba la furia que lo caracteriza en la pista, sino la calculadora. En la tercera curva luego de la S de Senna un Williams lo sacó de carrera, lo dejó en sentido contrario a la pista. Tuvo la suerte de que fue esquivado por el restó del pelotón y luego tuvo la serenidad para recuperar el terreno perdido. De quedar último progresivamente volvió a los primeros puestos en cuestión de 20 vueltas.

La lluvia terminó beneficiándolo más a él que a Alonso para el caso. Conservó siempre el coche y su posición respecto al español. Red Bull puso en peligro su gestión de carrera cuando lo mandaron a boxes en momento que volvía a llover más intensamente, para ponerle gomas de seco, en vez que las intermedias. Pero así como tuvo la suerte en la primera vuelta de que los coches lo esquivaron, también tuvo la suerte de que Ferrari esquivo este acto fallido de su equipo y no se dieron cuenta.

¿Suerte de campeón? No lo creo, el campeonato lo hubiera definido mucho antes si la suerte no la hubiera tenido Alonso en las carreras anteriores.

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