15 de abril de 2011

Toda lealtad tiene un límite…


… y el de Hamilton puede estar cerca. Desde que ha contratado un nuevo representante, el niño prodigio de Woking se les ha vuelto rebelde. Ya no se queda callado, comienza a pedir las cosas en voz alta y si no está satisfecho, lo hace saber enseguida.

El piloto británico ha madurado y a McLaren se le está yendo de las riendas. Ya no alcanza con su política, lo que importa es que le den un auto que una vez por todas le permita ganar otro campeonato. De manera que, si no están dadas las condiciones, no puede garantizar su futuro con McLaren.

“Llevo poco tiempo en la F1 y quiero ser competitivo. Si estás en un lugar lo suficientemente bueno y estás feliz entonces no hay necesidad de ir a cualquier otra parte. Siempre he disfrutado corriendo aquí y me gustaría continuar pero a final de año tienes que evaluar la posición en la que estás y lo que ha pasado”, declaraba Hamilton en su llegada a Shanghai, tal vez dejando perplejo a más de uno.

“Estoy aquí, estoy comprometido con ellos. No hay duda de mi lealtad a mi equipo. Ha sido mi equipo desde que tenía seis años de edad. Quiero tratar de ayudarles, así como convertirme en uno de los pilotos más exitosos. Pero la lealtad puede tener un límite.”

No obstante, Lewis ha recalcado que no cree que haya muchos equipos tan competentes como el suyo en este último lustro de la F1, por lo que no será una decisión fácil tener que dejarlos si no hay equipo que en este sentido le pueda hacer sombra.

“Si nos fijamos en nuestro rendimiento a lo largo de los años creo que se puede decir que soy el único que ha ganado un Gran Premio cada año, así que he tenido un coche ganador en cada temporada. Ningún otro equipo puede decir eso durante los últimos cinco años. Eso es algo muy positivo,” concluyó el campeón de 2008.

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