Cuesta mantenerlo vigente si cada vez que se apaga el semáforo tiene que comenzar una carrera desde el fondo de la grilla con un F1 que no fue concebido de un túnel de viento sino de un ordenador.
Pero tampoco se puede quedar fuera del circo una temporada hasta que aparezca una mejor opción, porque Timo Glock no es Kimi Raikkonen y si no había butaca para un campeón del mundo de esa estirpe, menos lo habrá para un muchacho que este año paso inadvertido.
Timo recaló en Toyota en 2008 y logró buenos podios con la escudería japonesa hasta que se retiraron a finales de 2009. Entonces se aseguró la permanencia con el equipo de Richard Branson y desde entonces pasó inadvertido hasta que a mitad de temporada se comenzó rumorear que podría recalar en Renault, como sustituto del ruso Vitaly Petrov.
Pero como el ruso renovará un año más con la escudería del rombo, a Glock no le queda otra que volver a apostar por la continuidad en el equipo Virgin, sin perder de vistas sus objetivos.
“Si tienes la oportunidad de ir a Red Bull o McLaren, entonces has de ir a por ella. Desde una perspectiva deportiva estás abierto a nuevas posibilidades. Mi objetivo sigue siendo ir a por el campeonato del mundo”, comentaba Glock.
Pero la realidad por el momento es otra, Timo tiene un 99,9% de probabilidades de quedarse con el equipo, por lo que confirmó al periódico Frankfurter Allgemeine Zeitung que se quedará allí, a pesar de que este año sólo haya visto la bandera a cuadros en diez carreras de las diecinueve del calendario, con un decimocuarto como mejor puesto final.
"En el invierno perdimos mucho tiempo por culpa de algunas cosas básicas que no funcionaron, pero no puedes esperar que todo vaya a la perfección en un equipo que empezó con una hoja de papel en blanco", concluyó.
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